lunes, 23 de junio de 2008

Surf

Querido amigo, son muchas las ocasiones que te llevan a pensar en por qué acabaste aquí, el por qué de querer montarte encima de un foam cubierto de resina y deslizarte por agua, el por qué de acercarte a un escaparate, mirar una tabla y quedarte embobado cual niño mira su juguete preferido. Me refiero a esa constante ansia de darte un baño y surfear en un mar que hasta en ocasiones te da miedo. Yo no sé por qué...
Lo que sí sé es que este modo de vida calificado por muchos como una utopía cada día me va envolviendo más y más. No considero que se trate de un simple deporte, no creo que se trate meramente de un foam recubierto de resina como dije antes, creo que son muchas las cosas que entran en juego y que tú y yo sabemos cuáles son. Ahora bien, lo que no podemos es asociar la obsesión con el surf, ya que la obsesión no te dejaría jamás disfrutar las sensaciones que de nuevo tú y yo sabemos.
Es posible que ahora que estás trabajando leas estas líneas y te supongan un baño de metro y medio glassy como el que yo me estoy dando mientras escribo, es posible que mientras estás en la calle trabajando de cara al público te cuestiones por qué no dejarlo todo y buscar otro trabajo, también es posible que ante las dificultades que nos envuelven a todos en ocasiones pienses irte a "surfar" directamente y mañana ya veremos lo que pasa... Pero querido amigo, la verdad es que ya no sería lo mismo. No sería lo mismo pues cuando te encontraras ante este baño de metro y medio glassy no sentirías lo mismo, estoy seguro de ello, estarías ante una joya que te trae el océano y como rutina estarías bañandote, pero... ( tu y yo seguimos sabiendo que no sería lo mismo).
Tú encambio sigues tu duro día a día y tachando los días que pasas y los que te quedan para irte a tu spot preferido con tu gente. Una espera interminable que te llega hasta a entristecer, pero aun así ¡ Bendita tristeza! Y llegado el día cuando estás delante de él vuelves a tener ese diálogo entre el mar y tu y valoras el esfuerzo y la dedicación que te ha llevado a poder estar de nuevo ahí mientras peinas la cera a tu foam recubierto de resina... Lo que sigue sólos tu y yo sabemos como sigue...


Guillermo.