Entonces llegué, cual niño el 6 de enero, dejé todo lo que tenia a mi alrededor y deje todo lo que llevaba encima dentro del coche. Me daba igual que la cartera, las gafas o el movil se vieran desde fuera y que me rompieran el cristal, me daba igual que robaran el quiver que había dentro del coche, sólo pensaba en lo mismo. Elegí mi 4x3, supongo que fue el primero que tuve a la vista, y casi desnudo me fui corriendo a la playa. Ante mi, un nuevo mar, un color nuevo, un contexto diferente en el que no me sentí forastero, sólo me sentí uno más.
Creo que batí el record mundial en meterme dentro de un traje de neopreno (sin cremallera), me coloqué el invento y deslicé mi trozo de parafina llena de arena por mi pescaito. Había poca, por no decir que llevaba la parafina que le puse en el ultimo baño una semana atrás, pero no me importaba, ahora lo que quería era bañarme. Y entonces... comenzó el trip.
